Respuesta inmunitaria, desnutrición y cáncer
El sistema inmunitario ataca y elimina no solamente las bacterias y otras sustancias extrañas, sino también las células del cáncer. Una célula cancerosa no es una célula extraña; es una célula cuya función biológica ha sido alterada de tal forma que no responde a los mecanismos normales del cuerpo que controlan el crecimiento y la reproducción de las mismas. Estas células cancerosas, conservan determinadas características propias del organismo portador de ese cáncer, haciéndolas muchas veces menos vulnerables a un ataque exitoso por el sistema inmunitario.
Sin embargo, todos los esfuerzos que se hagan para modular y mejorar la función del sistema inmune, siempre serán provechosas a favor de las mascotas con cáncer.
Desde hace tiempo se sabe que la mala nutrición y las enfermedades oncológicas e infecciosas guardan una estrecha relación.
Por ejemplo, la desnutrición puede incluir no sólo deficiencias, sino también excesos o desequilibrios de los nutrimentos individuales.
En general, las deficiencias nutricionales graves disminuyen la función de los linfocitos T, y por ello limitan las respuestas mediadas por células; al mismo tiempo, dejan indemnes las funciones de los linfocitos B y la inmunidad humoral.
Así, el ayuno prolongado provoca con prontitud atrofia del timo y disminución de la concentración de hormonas tímicas. Las células T circulantes disminuyen, y se pierden células de la zona de linfocitos T de los tejidos linfoides secundarios.
Las deficiencias nutricionales específicas tienen una gran variedad de efectos:
Ejercicio y la respuesta inmunitaria
El ejercicio regular moderado refuerza al sistema inmunitario.
Así, se observa mayores respuestas inmunitarias de anticuerpos en ratones que realizan ejercicio moderado, en comparación con testigos que no lo hacen.
El ejercicio eleva las cifras sanguíneas de neutrófilos, mejora la actividad de las células NK, promueve las respuestas a los mitógenos y aumenta las concentraciones sanguíneas de IL-1, IL-6 y TNF-α.
En consecuencia, los ratones que efectúan ejercicio regular presentan retraso en el desarrollo de tumores después de la administración de células tumorales sintéticas.
Por otro lado, el ejercicio extenuante parece inducir mayor susceptibilidad a enfermedades infecciosas. Por ejemplo, los caballos sometidos a ejercicio intenso muestran supresión relevante de su respuesta blastógena.
La historia de las primeras descripciones científicas que apuntaban hacia la posibilidad del uso de la inmunoterapia contra el cáncer, data de hace más de 100 años con los clásicos experimentos de Coley, quien notificaba que filtrados de determinadas bacterias podían tener actividad antitumoral; en experimentos posteriores se sugería que esta actividad estaba relacionada con la activación del sistema inmune.
La función de los mecanismos inmunológicos en la defensa antitumoral es cada vez más evidente, particularmente estos son más efectivos durante las etapas iniciales del establecimiento del tumor y en el control de las micrometástasis.
Una vez que el tumor ha logrado contrarrestar la oposición que le ofrece el sistema inmune y se establece en el organismo, aumentando su tamaño, infiltrando tejidos vecinos o invadiendo sitios distantes, generando además mecanismos que inhiben la respuesta inmune, entonces esta respuesta es mucho menos eficiente.
A pesar de estos inconvenientes existe una gran esperanza en el establecimiento de la inmunoterapia y en alguna de sus variantes como un nuevo pilar en el tratamiento del cáncer; múltiples estrategias se están evaluando para el logro de este objetivo.
En general el criterio que se plantea es que esta modalidad terapéutica no sustituirá las modalidades clásicas, pero sí desempeñará un rol importante tanto en la prevención como en el tratamiento para la erradicación de las micrometástasis.
Algunos progresos se han obtenido en este sentido, pero aún se requiere de más ensayos clínicos, así como también del perfeccionamiento de las estrategias inmunoterapéuticas para que puedan ser usadas en la práctica rutinaria.
La Clínica Veterinaria del Sur, cuenta con un equipo de profesionales capacitados para una correcta estadificación de la enfermedad de su mascota, tanto como para la intervención quirúrgica y su posterior tratamiento y seguimiento.
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En este tipo de terapias (Inmunoterapia), nos gustaría aclarar que hay muchos lugares que ofrecen terapias inmunológicas que no cuentan con estudios rigurosos que demuestren su efectividad; así también incluso, se venden tratamientos que no están aprobados por los agentes reguladores de medicamentos de Argentina como son SENASA y ANMAT, con lo que su mascota podría sufrir serias consecuencias por la utilización de esos tratamientos.